lunes, 26 de enero de 2009

Gestión municipal y turismo

Un modo claro de fomentar el empleo permanente
Admito que siempre seré un crítico de la gestión municipal en el Perú. Una de las razones que me moviliza es su relación con el Turismo.
Para que usted pueda entenderlo, es preciso que revise el modo en que hacemos Turismo en el Perú. En mi apreciación personal… aún no lo conocemos. El máximo ejemplo que tenemos es Machu Picchu, pero no identificamos adecuadamente a qué se debe… ni en el mismo Cusco.
El Turismo concretamente puede generar empleo en los ciudadanos de cualquier lugar. No hablo de empleo temporal ni esporádico, sino de empleo permanente y creciente.
Aclaro que no soy agente de turismo… soy ambientalista.
El turismo a nivel municipal tiene mucho que ver con la generación de empleo. Para entender esto debemos comprender que el turismo es una forma de obtener ingresos por Exportación, sin necesidad de trasladar recursos hacia otros lugares (dentro o fuera del Perú).
El Turismo consiste en vender a los de fuera (visitantes del Perú o de otros países), los valores de nuestra localidad. Vender los valores de nuestra localidad significa vender a los de fuera (de nuestra localidad) aquello que es nuestras costumbres, nuestra tradición, nuestra cultura y nuestra forma de atender a los visitantes (compradores).
El artículo que me concentra ahora es el último aspecto citado en el párrafo anterior: la forma en que vendemos a nuestros visitantes la información relacionada con nuestra costumbre, tradición y nuestros recursos.
Pensemos sobre las condiciones actuales en las que lo hacemos y proyectemos la forma en que funcionaría, si cambiamos de actitud. Si nuestra localidad tiene recursos interesantes, porque vivimos en la costa, con los recursos marinos y costeros, sumado a nuestra tradición; si vivimos en la sierra, con los recursos andinos, sumado a nuestra tradición; y si vivimos en la selva, con los recursos amazónicos, sumado a nuestra tradición… dejaríamos a los peruanos o extranjeros una maravillosa experiencia (que es lo que busca un visitante).
En el caso de la costa, si además de la riquísima cultura previa a nuestras formas de vida, vendemos un ambiente seguro en el transporte, hospedaje, alimentación y guía; vendemos una ciudad limpia, ordenada (con reglas claras que se cumplen), y una actitud hospitalaria, obtendremos de los visitantes un voto de preferencia que será transmitido – sin nuestra intervención – en una promoción continua de parte de los complacidos visitantes.
En el caso de la sierra, si además de la riquísima cultura previa a nuestras formas de vida, vendemos un ambiente seguro en transporte, hospedaje, alimentación y guía; vendemos un lugar sano, de hermosos paisajes, ordenado y la actitud hospitalaria, obtendremos de los visitantes el ya citado voto de preferencia.
En el caso de la selva, si además de la riquísima cultura previa a nuestras formas de vida, vendemos un ambiente seguro en transporte, hospedaje, alimentación y guía; vendemos un lugar exótico y atractivo, de hermosos paisajes amazónicos, ordenado y la actitud hospitalaria, obtendremos de los visitantes nuevamente el ya citado voto de preferencia.
En suma, si recibimos a un visitante con un programa previamente elaborado de forma colectiva (no individual), grabaremos en su memoria una experiencia sin par. Hablo de lograr que el visitante perciba un servicio de transporte serio, seguro; un servicio de hospedaje con calidad elevada; un servicio de alimentación muy alto y propio de la culinaria del lugar; y un servicio de guía homogéneo, con información turística responsable; además de un servicio de seguridad ciudadana equivalente a los demás lugares turísticos del mundo, habremos logrado exhibir en los carteles del turismo mundial a un lugar digno de visitar con frecuencia, cualesquiera que sean las condiciones de nuestro espacio.
La recurrencia de visitantes proporcionará a los lugareños una oportunidad mayor de ingresos. Los transportistas tendrán la oportunidad de recibir turistas con mayor frecuencia de lo habitual. Los proveedores de servicios de hospedaje recibirán visitantes atraídos por la calidad de su servicio. Los guías de turismo recibirán mayores visitantes por la calidad de la información y la seriedad de las fuentes. Al final, todos tendremos oportunidad de vender.
El rol de la municipalidad es identificar a su localidad como un lugar digno de ser visitado. Para esto deben fijar reglas claras a los proveedores de servicio: transporte, hospedaje, alimentación y guía.
Además de esto, es de su menester asegurar que los servicios de: seguridad ciudadana, higiene, orden, salud ambiental y cultura, sean proporcionados en curso con las políticas municipales de transporte, seguridad ciudadana, ordenamiento territorial, información y cultura, salud ambiental, gestión de residuos sólidos, aguas servidas y otros.
Piense en un momento sobre lo que debe hacer su localidad para asegurar la visita de foráneos, con el propósito de adicionar a la oportunidad coyuntural de ingresos, el desarrollo del turismo.
Observa mi vídeo debajo de este artículo. Hablemos de esto…

miércoles, 21 de enero de 2009