La característica de un espacio abierto es que, si bien tiene fronteras o bordes, no tiene frente ni costado ni espaldas. Es abierto.
Sin embargo en Tumbes, gracias a la creatividad de un arquitecto, los espacios públicos o las plazas principales han dejado de ser un espacio abierto. Ahora ya tienen frente y espalda. Ahora ya saben hacia donde miran y hacia donde dan la espalda.
Esto que parece tener poca importancia tiene un reflejo en la economía de los locales que antes daban (de frente) al espacio abierto y ahora están a su espalda.
En la plaza principal de Tumbes hay una “Concha Acústica” que cumple con marcar el frente y la espalda de la plaza. Mira de frente hacia la catedral y el Paseo La Concordia y da la espalda a los establecimientos comerciales como la Caja Municipal de Piura, el Banco Scotiabank, la sucursal de Claro, entre otros.
Como si eso fuera una gran idea, en San Jacinto y Papayal han repetido la hazaña.
Pareciera que alguien pierde la brújula estando en un lugar sin frente y espalda, que necesitan definirlo, pese a la afectación que logren con quienes se localicen “a espaldas” de esa plaza.
No es difícil entenderlo en lugares en donde la economía de las familias se define por actividades diferentes al turismo o la oferta de servicios. En caso contrario, lo pensarían más de una vez quienes deciden “dar la espalda” a lugares comerciales activos como los afectados con esta creatividad arquitectónica.
Agradeceré comentarios.
1 comentario:
Gracias por el comentario en nuestro Blog querido Tito. Qué majo eres! Gracias a esto nos hemos enterado de los dos blogs que tienes.... les echaremos un viztacín
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